Un hombre llega a un espacio indefinido con una pregunta urgente. Del otro lado del mostrador, se encuentra el encargado del stand de informaciones. La conversación, cómica y llena de anhelo, termina conuna buena preguntita banaly una respuesta inesperada.
George Lewis es actor, director y docente estadounidense especializado en Teatro Físico. Se formó en la Escuela de Mimo Etienne Decroux y en la Escuela Nacional de Circo en París; y en Seattle fundó la escuela Freehold Studio. Desde hace dos años vive casi exclusivamente en Buenos Aires, en donde presenta bajo su dirección Una buena preguntita banal, obra que durante el 2016 se presentó en el teatro El Método Kairós, y que este año continúa sus funciones en el espacio El Portón de Sánchez.
Un empleado muy abocado a un trabajo incomprensible de clasificación de papeles, rotulados varios y verificación de planillas, hace aguardar al único hombre que espera a ser atendido con excusas absurdas. El texto de Jean Tardieu aborda el vínculo entre estos dos hombres desconocidos, cuyo encuentro fortuito despliega una serie de dudas existenciales y planteamientos filosóficos –como por ejemplo la pregunta sobre la muerte que sobrevuela constantemente–. Es notable el trabajo de Tardieu (dramaturgo y poeta francés) y su íntima relación con el Teatro del Absurdo, el cual tuvo su inicio con Samuel Beckett. La obra presenta una clara influencia de la estética y de los textos de Beckett, quien con su obra Esperando a Godot establece a las preguntas supuestamente banales como el medio para que dos sujetos intenten comunicarse. En el Teatro del Absurdo los silencios son igual o más relevantes que el texto dicho, en la escena se presenta un nuevo lenguaje verbal que se apoya en la imposibilidad o dificultad de la comunicación y la búsqueda de identidad del individuo en una sociedad cambiante.
El vínculo comunicativo entre ambos personajes se establece a través de una jaula que oficia de mostrador y lugar de trabajo del empleado de la oficina de informaciones. Así como esta jaula se mueve constantemente por el espacio, del mismo modo la relación entre ellos se ve modificada y los roles se transforman. Al comienzo el hombre que llega a la oficina es el que se muestra ansioso y aturdido: un viaje lo espera y necesita despejar sus dudas urgentemente. Luego su actitud se modifica y con ella la del empleado, que pasa de sólo querer hacer su trabajo lo más rápido y mecánicamente posible, a intentar ayudar al viajero para así ayudarse también así mismo.
Resulta un gran acierto de creatividad e ingenio el trabajo de Sandra Lurcovich, la responsable en la realización del vestuario y el armado de la escenografía, que logra representar a la perfección la historia de estos dos hombres. Una buena preguntita banal invita al espectador a pensar y a descubrir que no existe un espacio físico al cual podamos acercarnos para pedir explicaciones, sólo existe el espacio interior de la reflexión. Existimos en tanto nos hacemos preguntas, y una simple pregunta banal puede ser mucho más que eso.
Ficha técnico-artística
Actúan: Federico Falasco y Diego De Paula.
Dramaturgia: Jean Tardieu.
Traducción: Sophie Tirouflet.
Asistente de dirección: Alejandra Endler.
Música: Steve Reich - The Chiffons.
Diseño de luces: Christian Gadea.
Logo y diseño gráfico: Lucas Avellina.
Realización de vestuario: Sandra Lurcovich.
Diseño de escenografía: Sandra Lurcovich.
Realización de escenografía: Duilio Della Pittima.
Fotografía: Santiago Legón.
Prensa y difusión: Carolina Alfonso.
Producción: Alejandra Endler.
Producción general: George Lewis y Gustavo Maggi.
Dirección: George Lewis.
Sala: El Portón de Sánchez (Sánchez de Bustamante 1034, CABA).
Funciones: Sábados 20:30hs
Comments