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Melina Martire

Mi reino por un descubrimiento científico

Cosecha 48 nos presenta un desarrollo científico que cruza las barreras de lo éticamente aceptable, personajes que manipulan y son manipulados, y un pasado que vuelve constantemente al presente para descifrar los sucesos que los llevaron al abismo. 


Dos científicos a punto de lograr un gran descubrimiento que modificará la memoria de los sujetos, dependen del apoyo económico de una mujer. Su asistente, aparentemente sumiso y tonto, roba su invento y se deshace de ellos. Ya en otro tiempo, otros dos jóvenes científicos preparan una cena para recibir a un viejo amigo de sus padres, también científico, que les pide un gran favor. Este llega acompañado de la hermana de ellos y de un muchacho un poco especial. El vínculo familiar hace tiempo se rompió por las disputas de poder sobre la utilidad de los descubrimientos científicos de cada uno. Esa reunión cambiará el destino de todos. Una pócima especial (Cosecha 48) que utilizan para brindar, es siempre el medio para hacerse dóciles y engañarse unos a otros. Al final, sólo aquel que construya de manera más perfecta la farsa sobre su rostro, saldrá triunfante.

El viejo científico, amante de Shakespeare, sueña con insertar la memoria del personaje de Ricardo III en un joven, pero las cosas se salen de control y los recuerdos de la época isabelina se mezclan con los suyos propios, develando secretos de asesinatos y paternidad. No es casual la elección de este personaje shakesperiano por parte del dramaturgo Nicolás Acosta; se trata de un hombre envidioso, ambicioso y físicamente desagradable que intenta a través de crímenes, engaños, e intercambio de favores, hacerse del trono cuya sucesión no le corresponde aún. Por lo tanto, la cuestión de la ética sobrevuela constantemente la obra, trabajada en un tono cómico y fresco. ¿Qué responsabilidad moral le cabe a los científicos por las consecuencias de sus investigaciones? ¿De qué modo sus análisis involucran violaciones a principios éticos?

En Cosecha 48-el olvido no muere, el tono serio de los conceptos científicos es atravesado hábilmente por el género farsesco, que dota a la obra de un carácter fluido, cómico y dinámico que sorprende a cada instante.

Las escenas se intercalan con la interrupción del sonido de un grabador en retroceso, y los actores introducen un habla neutral y pequeños detalles del vestuario para trasladarse entre los personajes que interpretan: una vincha, un delantal, el peinado, un guardapolvo abrochado o desabrochado, son indicios suficientes para que el espectador viaje, atentamente y sin inconvenientes, hacia todos los tiempos y sujetos que son representados. Es destacable el minucioso trabajo actoral que les permite a cinco actores desarrollar dos personajes cada uno. Por lo tanto, no resulta necesario un gran despliegue escenográfico: una mesa y sillas, algunos tubos de ensayo y líquidos de colores llamativos, y un ropero antiguo que contiene la máquina para modificar la memoria  —deliberadamente construida con materiales sencillos, como una parodia a cómo se vería una máquina real de tales características— son elementos suficientes para que la trama se desarrolle.

La farsa permite entonces mezclar desprejuiciadamente música romántica, calaveras, frases modificadas del personaje de Shakespeare, el alcohol, el gusto por el juego y bigotes falsos, para lograr una obra sumamente original en el tratamiento de la ciencia y la ética en escena.




Ficha técnico artística

Dramaturgia: Nicolás Acosta.

Actúan: Nicolás Acosta, José Ignacio Del Vecchio Ramos, Mercedes Gorziglia, Omar "Chino" Kuhn y Esteban Real.

Escenografía: Nicolás Acosta y Gabriella Aly.

Iluminación: Sebastián Francia.

Diseño de vestuario: Gabriella Aly.

Diseño sonoro: Estanislao Galerato.

Operación de luces: Miguel Angel Madrid.

Fotografía: Julian Farina.

Diseño gráfico: Agustin Scipione.

Asistencia de escenografía: Ceveriano Britto.

Asistencia de dramaturgia: Gabriella Aly.

Prensa: CorreyDile Prensa.

Producción ejecutiva: Santiago Martín.

Dirección: Nicolás Acosta y Gabriella Aly.

Sala: Vera Vera Teatro (Vera 108, CABA).

Funciones: viernes 20:30 hs



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