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Melina Martire

Las mujeres dan pelea

Una mujer enfrenta la violencia cotidiana que sufre haciéndose experta en boxeo. Devuelve cada golpe de la vida con un golpe de puño. Resiste ante la crisis económica, la falta de trabajo y la crianza de los hijos, apoyándose en un grupo de mujeres con las que formará un escuadrón de justicieras.




Clara está desocupada, separada y tiene a cargo la crianza de dos hijos. Hace años que acumula bronca e impotencia por la violencia y lo injusto de la situación en la que se encuentra, hasta que un día toca fondo. Viajando en colectivo, un hombre trajeado de oficina la toca. Ella, lejos de juntar bronca en silencio, baja al hombre y lo golpea hasta el cansancio. Como respuesta a su reacción se gana un día en la comisaría y una causa judicial por lesiones que le inicia el oficinista. Este hecho es el disparador de la pieza para hablar de temas absolutamente serios y actuales.

La actriz Carolina Guevara creó el unipersonal Los golpes de Clara, que también protagoniza. Integrante fundadora del grupo teatral independiente El Bachin Teatro, con el que representó El apoteótico final organizado, Lucientes, comedia para piano y revolver, Mariano Moreno y un teatro de operaciones, La gracia de tener, Fidel-Fidel conflicto en la prensa, entre otras, en esta ocasión decidió dejar de lado por un rato la línea de teatro político basado en la poética de Bertold Brecht, y tomó un camino riesgoso e interesante: hablar sobre violencia de género a través de la tradición de la comedia.

Su trabajo es sumamente físico y visceral. Con la ayuda de la técnica de disposición corporal del clown y en clave cómica, va contando de qué modo llegó al ataque de ira que la atraviesa, y al mismo tiempo representa a los otros personajes que la rodean: el policía que le recomienda callarse y agachar la cabeza, la maestra de escuela que la reta porque no llevó los materiales para la actividad escolar, el encargado del edificio que le reclama el pago de las expensas, el ex marido que trabaja de tener reuniones que la juzga por ser muy hostil y no poder relajarse, la amiga que le recomienda ir a ver a un médico homeópata, etc, etc. Ante la mirada crítica y el dedo acusador de todos estos personajes, Clara decide armarse de estrategias para salir a enfrentar el mundo.

Son momentos de gran riqueza expresiva en los que el público no puede dejar de sentirse conmovido, atraído a la risa y la reflexión crítica. Guevara trabaja con la eliminación de la cuarta pared, que le permite conectar visualmente con los espectadores de manera directa y desprejuiciada. Se destaca la narración del momento en que se encuentra con el universo del comercio de alimentos dietéticos, donde la moda de la vida saludable está por encima de la salud y venden felicidad en frascos reutilizables para colaborar con el medio ambiente, con frases sobre la paz interior. Tampoco tiene desperdicio el momento en que el padre de los hijos finalmente cede en entrega la bolsa de boxeo, a cambio de la cuota alimentaria mensual. De ese modo, Clara obtendrá el recurso necesario para comenzar una nueva etapa: debe aprender a redireccionar la bronca.

El living se transforma en un ring, y lugar de reunión de amigas y conocidas que están también “en la lona”. Entre golpes a la bolsa, el horneado y venta de panes para solventar sus gastos, y la crianza de sus hijos, estas mujeres sueñan con la conformación de una liga justiciera que salga a la calle a dar pelea a “tanto jodido suelto”.

Los golpes de Clara es una profunda reflexión que, desde la comedia, trabaja la tragedia de las circunstancias que atraviesan muchas mujeres anónimas a diario, ante la violencia concreta y simbólica de un mundo que les exige ser bellas, jóvenes, exitosas, sumisas, madres, empresarias, devotas y fieles. La organización se transforma en la respuesta clave del universo femenino.


Texto y actuación: Carolina Guevara

Dramaturgia y dirección: Leandro Rosati

Asistencia Técnica: Julieta Grinspan, Marcos Peruyero

Música original: Mariano Travella

Escenografía: Alfredo Aguirre

Vestuario: Julieta Grinspan

Fotografía: Nicolás Finoli Blanco

Iluminación: Víctor Guidoli

Prensa y comunicación: Débora Lachter

Sala: Centro Cultural de la Cooperación (Av. Corrientes 1543, CABA) – Sábados a las 20:30.


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