Una mezcla irreverente, irónica y revisionista acerca del lugar de la mujer en la sociedad actual, la sexualidad, la libre elección y los mecanismos de poder que recaen sobre el cuerpo. La potencia del teatro como vanguardia artística que cuestiona su propio estatuto de representación.
En el centésimo aniversario de la Revolución Rusa, una teórica marxista de la Univerdad de Buenos Aires es invitada a Rusia para realizar una ponencia; una europea regresa a casa luego de luchar en la guerrilla colombiana; y una joven periodista en ascenso se enfrenta al abuso de poder y la violencia. Tres historias cruzadas por la figura de Alexandra Kollontai, una política comunista rusa que impulsó la lucha feminista y la liberación sexual. Pero la obra no es una reflexión sobre la revolución en sí misma, sino una intrincada indagación sobre la manera en que el capitalismo tardío puede apropiarse y transformar cualquier gesto de alteración o transformación del orden establecido.
El director Mariano Pensotti ya nos tiene bien acostumbrados a esa polifonía de materiales y medios que maneja con gran maestría. En Arde brillante en los bosques de la noche entran en juego el teatro de títeres, el teatro dentro del teatro y el cine. Cada medio es soporte para la historia de cada una de estas tres mujeres que se enfrenten a la titánica tarea de cuestionar el lugar de la mujer en la sociedad actual, sabiendo que los poderes no son agentes externos sino demonios interiores con los que hay que luchar diariamente en la vida cotidiana, en los vínculos afectivos y sexuales.
Arde brillante
Primera de las tres partes, abordada como una obra de marionetas que son réplicas de los actores que las manipulan. Narra la historia de Estela, la profesora universitaria que enseña la historia de la revolución rusa en la Buenos Aires actual. Entra en una gran crisis personal cuando ve que todos los conceptos y valores que intenta transmitir no son acordes a la vida que lleva. Sus alumnos la agreden y descreen de sus enseñanzas, su marido la engaña, su hija no toma en cuenta sus opiniones. Por si fuera poco, cuando asiste al congreso, en medio de su exposición teórica, descubre que el evento fue organizado por opositores a la Revolución y a nadie le interesa su punto de vista. Un error de traducción entre el español y el ruso habilitó la confusión. Estela comprende que vive una vida burguesa y convencional como cualquier otra mujer de su edad. Ni la enseñanza de la abolición del régimen zarista ni la intensa lectura, la mantienen a salvo de un mundo consumista y depredador de minorías y divergencias.
Hay tres contextos de la representación: la Facultad de Filosofía y Letras, el Cerro Uritorco y la sala de exposiciones en Rusia. Las reflexiones de Estela también hacen referencia a esos espacios, entre la ingenuidad y la ironía. La frialdad rusa se mezcla con la vida hippie en el cerro y la excesiva intelectualidad de la casa de estudios.
Para afrontar el duro momento y con la intención de que se distraiga un poco, sus amigos la invitan al teatro.
En los bosques
Vemos la obra que se representa en escena, las marionetas se sientan a verla en pequeños asientos ubicados para ese fin al borde del escenario. Se abre el fondo para dar lugar al surgimiento de una plataforma donde se va a desarrollar la representación. La llevan a cabo los mismos actores que hasta ahora manipulaban las marionetas. La historia gira en torno a Sonja, la joven que vuelve luego de diez años de pelear en la guerrilla latinoamericana. Su familia festeja mucho su regreso, mientras ella se muestra perturbada y perdida. Su hermano le consigue un trabajo para empezar inmediatamente con el entrenamiento guerrillero de jóvenes empresarios del estilo Silicon Valley que están en la búsqueda de experiencias límites. Mientras su hermana le cuenta que trabaja en una empresa de limpieza y que tiene como hobby la actuación, está preparando una obra bastante mala sobre la vida de ella. Sonja se siente hastiada ante tantas sumisiones de su familia frente al poder capitalista, y comprende que sus ideales revolucionarios nada tienen que ver con ellos y con esa nueva vida. En un intento por calmarla, su familia la lleva al cine.
De la noche
Los actores de la obra de teatro que estábamos viendo nos acompañan, ubicándose también en el rol de espectadores sobres unas butacas. La plataforma de la historia anterior se oculta detrás de una gran pantalla que proyecta un film protagonizado por los mismos actores de las dos historias anteriores. La película cuenta la historia de Claudia, una joven periodista de un programa de televisión que aborda de manera crítica las problemáticas sociales y políticas actuales. Tiene un romance con otro periodista que abusa de su confianza y la manipula para desplazarla de la carrera por un nuevo puesto laboral. Pero ella se gana ese lugar y para celebrarlo viaja a Misiones con dos amigas que van en búsqueda de casuales encuentros sexuales con stripers descendientes de rusos, emigrados al país luego del triunfo de la Revolución Rusa. Estas jóvenes de clase media alquilan por un rato esos cuerpos y Claudia aprovecha para, además, poder tener una conversación genuina con alguien. Cuando descubre que uno de ellos protege un taller clandestino, su mundo y su cuerpo se derrumban.
Como un efecto de rebobinado, los actores de la obra terminan de ver la película, y comentan brevemente sus impresiones en la plataforma. Luego ese espacio desaparece para dejar lugar al primer espacio de las marionetas, volviendo al punto cero de la representación.
Arde brillante en los bosques de la noche es una obra que refiere constantemente a sí misma y al rol de la ficción en el mundo actual. Con humor e ironía, se burla de todos los grandes discursos que nos aprisionan y nos moldean. El fantasma de Kolontai sobrevuela las tres representaciones, ¿qué quedó de la lucha feminista de principios del siglo XX? Los ideales de la revolución resultan hoy arcaicos, y se presentan absorbidos y mediatizados por el capitalismo, formas de enunciación vacías de contenido. Las tres historias tienen en común a la figura femenina enfrentándose a los designios del poder masculino. La maternidad, el sexo, la profesión como formas truncas de realización.
Ficha técnico artística
Dramaturgia: Mariano Pensotti
Actúan: Patricio Aramburu, Esteban Bigliardi, Inés Efron, Laura López Moyano, Susana Pampín
Vestuario: Mariana Tirantte
Escenografía: Mariana Tirantte
Iluminación: Alejandro Le Roux
Realización De Marionetas: Marcos Berta, Román Lamas
Música original: Diego Vainer
Asistencia de escenario: Malena Juanatey, Tatiana Mladineo
Asistencia de escenografía: Gonzalo Cordoba Estevez, Tatiana Mladineo, Luciana Peralta Bó
Asistencia de dirección: Juan Schnitman
Producción: Grupo Marea, Florencia Wasser
Dirección: Mariano Pensotti
Sala: Teatro Sarmiento (Sarmiento 2715, CABA).
Funciones: De jueves a domingo 20:30hs.
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