Al ingresar a la sala los personajes nos espían desde un círculo que han formado debajo del escenario, entre capas negras y cantos agitadores. Una especie de ritual previo que anuncia una catástrofe inminente. Un prefacio de obra posibilitado gracias a la disposición espacial de la sala Capilla del Centro Cultural Recoleta. Un lugar con un estilo muy particular y apropiado para la puesta, porque conjuga lo moderno dentro de una de las edificaciones más viejas de la ciudad. En la capilla retumban los ecos de las voces, entre balcones laterales y un escenario profundo y muy oscuro, ideal para una tragedia shakesperiana.
La historia de Ricardo III, escrita hace más de quinientos años, es más o menos conocida. Un despótico, criminal, siniestro y jorobado que ascendió rápidamente al trono de Inglaterra. Conspiró para ello contra su propia familia (hermanos, sobrino y cuñada incluidos), cometió infanticidio, encarceló a propios y ajenos, etcétera. Pero su complejo plan llega luego a su fin cuando es muerto en batalla por el Conde de Richmond, quien será coronado como sucesor.
La propuesta de Cruel se focaliza en el conflicto central de la pieza, el ascenso de Ricardo al poder. Se lo muestra en todas sus facetas: el seductor, el tirano, el acomplejado, el hijo, el gobernador, el amante. Cada lado es expresado a través de la interacción del personaje con otros, portadores de máscaras, como reflejos de las múltiples expresiones del ser humano.
El final de la obra es sabido, ya que las tragedias del gran dramaturgo inglés terminan con todos, o casi todos, los personajes muertos. Y no por eso resultan menos entretenidas, sino que, al contrario, conocer el desenlace nos permite focalizar nuestra mirada hacia las complejidades del alma humana, expresadas, sobre todo, en las reflexiones que tienen los personajes consigo mismos. Pero en la versión de Marcelo Savignone, el protagonista no muere. Vive para recordarnos la cercanía de esta ficción con la realidad. La forma en que un ser tirano y despreciable puede convertirse en el máximo representante de un pueblo que así lo permitió. Savignone encarna, con esa ductilidad y manejo corporal que lo distinguen, a un Ricardo inmortal.
Si bien conspira y teje alianzas para lograr su cometido, su ambición por el poder tiene una respuesta de parte de sus influyentes amigos y de los ciudadanos, quienes aplauden conscientemente su convincente discurso de ascensión, en el que se deja ver como un hombre centrado, racional y amigable, sacando provecho de sus limitaciones motrices. El don de la palabra como factor de coacción, el manejo de la dialéctica puesto al servicio de maquiavélicos planes.
Aunque se trata de una puesta sumamente física, en la que los actores se mueven con gran precisión por el espacio, acompañados por música en vivo, e interactúan con objetos y una mesa enorme de múltiples usos, la riqueza de Cruel reside en esta conjunción sumamente original entre máscaras y discursos. Duques, condes, princesas, religiosos, amigos y enemigos, se hacen presos de sus palabras, cayendo en los enredos propuestos por el rey. Dejan ver ese pequeño límite que separa sus rostros verdaderos de la máscara social, sus deseos de sus limitaciones. La distancia entre hacer y parecer, que se mantiene en el borde de la boca, flota en el aire y regresa al cuerpo de quien ha emitido esas palabras. Un juego entretenido y oscuro de luces y sombras que nos envuelve.
“Las maldiciones no traspasan nunca los labios de los que las exhalan en el aire”. Duque de Buckingham. Acto I, Escena III.
Concepción:Marcelo Savignone
Adaptación:Patricio Orozco, Marcelo Savignone
Actúan:Sergio Beron, Mercedes Carbonella, Luciano Cohen, Agostina Degasperi, Andrea Guerrieri, Víctor Malagrino, Marta Rial, Pedro Risi, Belén Santos, Marcelo Savignone
Vestuario:Mercedes Colombo
Escenografía:Gonzalo Córdoba Estévez
Iluminación:Ignacio Riveros
Redes Sociales:RakiaComunicación
Realización de máscaras:Alfredo Iriarte
Realización de objetos:Cristian Cabrera
Video:Rakia Comunicación
Música original:Sergio Bulgakov
Fotografía:Cristian Holzmann
Diseño gráfico:Ed
Asistencia de dirección:Chusa Blázquez, Cristian Cabrera, Antonela Scattolini
Prensa:Marisol Cambre
Colaboración artística:Florencia Alvarez, Gabriela Guastavino
Dirección:Marcelo Savignone
Sala:Capilla, Centro Cultural Recoleta (Junin 1930, CABA) – Sábados a las 21:00. Hasta el 22 de septiembre.
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