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Melina Martire

Contratando emociones

La última película del cineasta Werner Herzog, estrenada en el Festival de Cannes en 2019, indaga en las particularidades de un suceso muy propio del siglo XXI: la ficcionalización y mediatización de los vínculos. ¿De qué manera la falsedad puede ser  un complemento positivo de la experiencia humana?


Family Romance, LLC. pone en escena al director de una compañía que lleva ese nombre, dedicada al alquiler de personas que interpretan el rol de otra. Por ejemplo, si ha fallecido un familiar o hemos dejado de tener contacto con una amiga, podemos contratar a un intérprete de la firma para que reemplace a esa persona durante un tiempo determinado. El último film del reconocido director alemán Werner Herzog no es un documental, pero sí se basa en circunstancias verdaderas. La empresa existe realmente en Japón, y Ishii Yuichi es su fundador. A partir de haber conocido la historia de la compañía a través de su colega Roc Morin, Herzog quedó fascinado por este pujante mercado humano.

Vemos a Ishii en un punto de encuentro neurálgico de Tokio esperando a Mahiro, la hija de su cliente. Debe interpretar a su padre reapareciendo en su vida luego de diez años de ausencia. Genera el encuentro con la preadolescente entre cerezos florecidos en un parque, cuya contemplación es un símbolo de la cultura nipona. Durante todo el film veremos cómo ese vínculo se irá afianzando a través de diversos encuentros, lo que llevará al límite los servicios de la compañía, porque tanto Mahiro como su madre, siendo una conocedora de la sustitución y la otra no, se encariñarán con el intérprete. Esta historia será la columna vertebral de la película, siendo cruzada por subtramas con escenas de otros trabajos realizados por la compañía: cumplir el rol del padre fallecido en el casamiento de una joven novia; fotografiar a una clienta que se pasea por las calles jugando a ser una celebridad seguida por paparazzis; sorprender a una mujer diciéndole que ganó la lotería (ya la ganó, pero sólo desea volver a vivir la experiencia porque es lo más importante que le pasó en la vida, según sus propias palabras); buscar el ataúd apropiado y probarlo, para representar a un padre muerto; reemplazar a un empleado de tren para recibir el reto por un trabajo mal realizado. 

Herzog le da al film un estilo de grabación casera de recuerdos familiares, manipulando él mismo una pequeña cámara muy cerca de los personajes y grabando, en muchos casos, una sola toma de cada escena en espacios públicos (sin haber tramitado ningún permiso). En una entrevista que se ofrece con el visionado del film, distribuido en argentina por la plataforma Mubi, el director cuenta que la decisión de ser el camarógrafo de Family Romance, LLC fue para ser lo menos invasivo posible para los actores, e invisiblizarse. Cosa que logra notablemente. No sólo el artífice de la ficción se vuelve invisible, sino también el límite entre realidad y representación.

Para comprender la trascendencia de la imitación o simulación en el mundo oriental, tal vez sea necesario pensar en su tradición actoral. En el teatro oriental más tradicional se enseñaba el artificio en la construcción del personaje, entendiendo que el actor debía aprender a mostrarlo. La teatralidad no se ocultaba en absoluto. Allí, original y copia no eran conceptos problemáticamente opuestos. Todo el teatro tradicional japonés, principalmente los estilos Noh y Kabuki, se basa en una convención fija de representación llamada kata que se transfiere de maestro a alumno por generaciones, y que debe ser copiada en cada detalle. 

Por eso, para una sociedad que lleva siglos fundiendo la identidad individual en la comunitaria y en la que el peso de pertenencia grupal es muy fuerte, no tiene nada de malo contratar a un actor para sustituir a un ser querido. No hay ironía o chiste en ese gesto. La empresa que da nombre a la película lleva a cabo con seriedad su oficio, y sus trabajadores son muy dúctiles en varias disciplinas. Tan profunda es la caracterización que llevan a cabo, que Herzog aceptó la colaboración de Ishii para el casting de actores y utilizó empleados de su agencia. 

La película navega constantemente entre las orillas de la ficción y la realidad, aguas que se mezclan irremediablemente. Contratar actores que hagan de actores actuando en un drama que es la película, parece ser un intrincado engranaje de mamushkas.

La originalidad, tal como la entendemos hoy, pareciera ser una búsqueda más bien occidental. Además, nuestro concepto de verdad ha cambiado. Family Romance, LLC muestra la búsqueda más ancestral del teatro, intentar ser ritual y ceremonia. Los antiguos espectadores asistían a las representaciones deseando creer en eso que veían, pero la función de la puesta en escena es sustituir la realidad por su representación. Lo que los clientes de la empresa del film buscan es ese sustituto, lo que los espectadores del film vemos son actores haciendo de aquellos intérpretes.

¿Qué se está sustituyendo? La tesis que subyace en la película es que ese alquiler de personas viene a suplir una soledad de tipo existencial en el mundo capitalista. Los personajes que vemos están inmersos en un aislamiento muy profundo. Cuando la ganadora de la lotería recibe el anuncio ficticio del premio, el plano la toma de espaldas caminando por el pasillo de su casa hacia la puerta, con un ritmo melancólico. Luego la vemos de perfil cuando el cartero le pregunta su nombre, y ella habla bajo y ocultando la cara. El mensajero insiste para que lo diga en voz alta, cuando lo logra, le proclama la noticia cual conductor exaltado de un show televisivo. La cámara sigue a los asistentes del espectáculo, que aparecen sorpresivamente mostrando un cheque gigante y bailando al ritmo de algunas porristas. De pronto, la cámara se aleja y toma el contra-plano de la misma escena, y vemos el cuadro completo del evento. En slow-motion y con música acorde, surge la sonrisa de la mujer entre el resto, y la cámara va hacia ella. El cuadro final del montaje armado a su alrededor y su sonrisa en el centro, a medio camino entre la sorpresa y la confusión por no poder reir más, resulta conmovedor y aterrador a la vez. 

Otro momento de inflexión en la película es cuando el empresario visita un hotel íntegramente coordinado por robots. El dueño del hotel cuenta que los humanoides están para satisfacer lo mejor posible las necesidades de los huéspedes. Ishii se aleja para observar a los peces, también robóticos, nadando en la pecera, e imitando a la perfección el movimiento de los seres acuáticos reales. La secuencia del humano siendo capturado por la bella danza de los pequeños robots, es la pauta más clara del film para mirar críticamente el modo de vida contemporáneo. La manera en la que los vínculos se van mediatizando a través de intermediarios, primero las redes sociales, luego la inteligencia artificial, cada vez más conectados y, sin embargo, cada vez más solos. Pero también, cómo nuestro comportamiento está atravesado por representaciones. Hacia el final de la película, el propio protagonista se preguntará sobre el trabajo de crear ilusiones para tratar de hacer feliz a la gente. ¿Es acaso toda la vida un gran acto teatral?. Quizás su propia familia fue contratada por alguien para cumplir esos roles. Tal vez, desde el momento mismo en que nos relacionamos con otros estamos actuando.


Ficha

Título original: Family Romance, LLC

Año: 2019

Duración: 89 min.

País: Estados Unidos 

Guión y Dirección: Werner Herzog

Música: Ernst Reijseger

Reparto: Mahiro Tanimoto, Ishii Yuichi

Coproducción Estados Unidos-Japón; Skellig Rock



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